"No quiero escribir": Ideas para ayudar a crear interés en la escritura
Ideas para ayudar que tu hijo o hija escriba sin que sea una lucha constante. Todas ellas las utilizo durante mis sesiones logopédicas con niños de diferentes edades y me funcionan, espero que te sean útiles :)
Adelaida Gil Enterría
11/4/20253 min read


🖊️ “No quiero escribir”: qué hay detrás de esta frase (y cómo podemos ayudarles)
Si tienes un hijo o alumna al que escribir le cuesta, seguramente hayas escuchado más
de una vez frases como:
“Me duele la mano.”
“No puedo más.”
“No quiero escribir.”
Y, al final, lo que debería ser un momento de aprendizaje se convierte en una lucha.
El niño se frustra, el adulto también… y los dos acaban agotados.
Pero, ¿qué está pasando realmente?
¿Por qué escribir resulta tan difícil para algunos niños?
💭 No es falta de ganas: es una sobrecarga real
Escribir no es solo mover la mano. Requiere coordinación motora fina, planificación, memoria, atención, ortografía y regulación emocional.
Cuando alguna de estas áreas falla —como ocurre en muchos casos de dislexia o dificultades de lectoescritura—, la escritura se convierte en una tarea agotadora. Lo que para otros niños es algo automático, para ellos implica un esfuerzo constante.
😣 Cuando la escritura se convierte en una batalla insistimos, animamos, pedimos “solo una línea más”… y el resultado suele ser el mismo: más tensión y menos progreso. Se genera un ambiente de frustración en el que ni el niño ni el adulto pueden más.
Como logopeda, a mi también se me presentan situaciones en consulta donde la motivación del niño por la escritura es escasa y mi imaginación juega un papel fundamental para conseguir que trabaje y mejorar así sus habilidades de escritura.
Son actividades que pueden transforman el “no puedo” en un “¡mira lo que he hecho!”; pero siempre sin olvidarnos de que son complementarias al proceso de escritura.




Y ese esfuerzo, mantenido día tras día, termina minando la motivación. Por eso no quieren escribir: no porque no les importe aprender, sino porque escribir les frustra o les hace sentirse incapaces.
BANDEJAS SENSORIALES:
Las bandejas sensoriales son una forma divertida y efectiva de acercar a los peques a la escritura.
Enterramos letras en materiales como arena, arroz o harina, y ellos las buscan con sus manos, estimulando el tacto y la curiosidad. Al descubrirlas, las identifican y las copian en la pizarra, reforzando el reconocimiento visual y la motricidad fina. Es una actividad que combina juego, exploración y aprendizaje de forma natural.
💭 Ideas para motivar la escritura que me funcionan con los más peques:


LETRAS IMANTADAS O NORMALES:
Las letras imantadas o normales son un recurso genial para trabajar la lectoescritura de forma manipulativa y visual.
Son ideales para trabajar conciencia silábica al poder moverlas, y agruparlas a voluntad, lo que favorece la identificación de letras y la conciencia fonológica.
PLASTILINA:
Para los niños más movidos y que tienen dificultades con la direccionalidad del trazo, la plastilina es un recurso ideal para trabajar las letras desde el juego y la concentración.
Al moldearlas, los peques fortalecen la motricidad fina, la atención y el sentido de la dirección del trazo. Este proceso les ayuda a reconocer la forma y orientación de cada letra mientras se divierten creando.


En niños más mayores (dependiendo siempre de su nivel de desarrollo evolutivo), estos recursos pueden resultar escasos.
Es por ello, que con niños ya a partir de los 8-9 años, incorporo juegos acordes a su edad a las tareas propuestas. Uno de estos juegos es el Palabrea, que es un juego muy útil además para trabajar vocabulario, agilidad mental y atención.
Si quieres saber cómo lo uso para motivar y conseguir que escriban historias enteras, sígueme en mis redes sociales (instagram, tiktok, o youtube)
Si has llegado hasta aquí muchas déjamelo saber en comentarios de alguno de mis videos <3
💭 Para niños más mayores (a partir de segundo ciclo de primaria):


